Sabemos que hoy en día existen diferentes tipos de inteligencias debido a las zonas en el cerebro humano que corresponden a determinados espacios de conocimiento. La inteligencia emocional es una de ellas, de la cual hablaremos en este artículo.
¿Qué es la inteligencia emocional? Es la capacidad que tenemos para reconocer sentimientos propios y de las personas que nos rodean, además de motivarnos y nos ayuda a manejar bien las emociones, tanto con otros, nuestras relaciones y nuestra persona.
Para encontrar el éxito también es importante cuidar el aspecto emocional. Te damos algunas claves para desarrollar tu mente y por ende, tu vida laboral.
- Domina el arte del autocontrol. Como toda habilidad, es relevante aprender a desarrollarla, es decir, que con tiempo y esfuerzo puedes lograr tener autocontrol. No siempre podemos evitar que emociones como el enojo y la ira se apoderen de ti, pero con la práctica podrás mejorar tu carácter ante situaciones estresantes, en especial en el momento de tratar con empleados y clientes.
- Mantén la curiosidad. La mejor manera de desarrollar nuestra inteligencia emocional es seguir aprendiendo nuevas cosas, incluso aquellas que están fuera de nuestra área de especialidad. Aprende un idioma, toma clases de historia, o toca un instrumento, son buenas actividades para empezar.
- Calienta a tu cerebro. ¿Te imaginas empezar tu día sintiéndote despierto y feliz? Es posible si inicias tu día con actividades que te reconforten, como hacer ejercicio, escuchar música o meditar.
- No te enganches. Muchos de los conflictos que se crean en las oficinas se debe a que no se puede aprender a soltar los problemas con los compañeros. Aprende a poner pausa antes de generar una dificultad de la nada. Esto significa dejar ir las cosas que no tiene gran valor y que se presentan todos los días, como el tráfico, personas que tiran basura o no recogen sus trastes del refrigerador.
- Aléjate de la gente tóxica. En el ámbito laboral y en lo personal, evita relaciones con personas que son manipuladoras, mentirosas o negativas. Están mejor fuera de tu vida.
- Toma descansos mentales. Por lo menos cada hora, mueve tu cuerpo para refrescar tu cerebro, pasear por la calle o estiramientos en tu escritorio. Tu cerebro y tu cuerpo te agradecerán no estar siempre en la misma posición durante todo el día.
- Establece prioridades. Cuanto tienes un objetivo claro como prioridad, es más fácil enfocar nuestra energía en lo que ves valiosos, sin desviarte para resolver tareas más pequeñas.