Hace tiempo te hablamos sobre las repercusiones que tienen los chismes en el lugar de trabajo y cómo esta situación afecta tanto al empleado como a la propia compañía y al ambiente de trabajo. También conocido como: “Radio pasillo”, perjudica la productividad en el trabajo. Pero, ¿qué pasa cuando esta situación sobrepasa los límites y los desacuerdos llegan a afectar de manera tan severa a los colaboradores? Puede suceder que las agresiones entre compañeros o peor aún, provenientes de un jefe directo, hace que el trabajo sea insoportable.
A esto se le conoce como acoso laboral (“mobbing” o bullying laboral), una forma de maltrato psicológico o moral que se caracteriza por el hostigamiento persistente, sistemático y continuo sobre el trabajador de diferentes formas. Este se puede mostrar en burlas, rumores, amenazas, humillaciones, carga excesiva de trabajo, exclusión y desprecio, entre muchas otras maneras. La mayoría de las veces no es necesario el uso de la violencia física para hundir a la víctima en la peor de las pesadillas, pero también se pueden presentar.
En nuestro país, el acoso laboral es muy común y su propagación puede estar relacionada con la cultura que otorga poco valor al clima de respeto que debe prevalecer entre los miembros de un espacio laboral. Por ejemplo, puede manifestarse en diferentes maneras y provenir de los jefes a los colaboradores o subordinados, de compañeros de trabajo e incluso de trabajadores hacia el líder de una área.
Así mismo, esta práctica puede afectar gravemente a la organización al tener menor productividad y competitividad, aumentar el ausentismo laboral, posiblemente problemas legales, (por ejemplo si no existen protocolos de actuación), hasta aumentar la rotación del personal y los riesgos por accidentes laborales.
Para evitarlo, si desafortunadamente vives esta mala experiencia, necesitas hablar sobre el problema y denunciarlo, para ello, es importante identificarlo y la clave para hacerlo es que dichas agresiones sean sistemáticas. Una vez identificado el caso, debes acudir al área de Recursos Humanos de la compañía y si es posible presentar evidencias, como correos electrónicos que puedan avalar dichas agresiones.
Para que no cometas una falta o te metas en un problema mayor, te recomendamos respetar los protocolos internos de la empresa, porque la idea es que se solucione de manera interna y conserves tu empleo. Pero en caso de que el acoso persista y no estés siendo escuchado, es necesario buscar asesoría legal, sobre todo en los casos de agresión física, acoso sexual o daño a la reputación.
Dependencias como la Junta de Conciliación y Arbitraje son las principales instancias a las que puedes recurrir para denunciar estas agresiones y hacer que se respeten tus derechos.