A lo largo de nuestra vida laboral nos hemos enfrentado a diferentes tipos de mando, sobre todo cuando se trata de altas direcciones encargados no solo de un número pequeño de personas sino de grandes departamentos, este tipo de puestos implica una gran presión y responsabilidad ya que deben procurar que todo funcione correctamente para evitar problemas, pero sobre todo una excelente comunicación e indicaciones claras que lleguen correctamente y hagan trabajar al equipo.
Algunas veces los altos directivos tienen conflictos con la autoridad que se les brinda, haciendo sentir incómodos y generando un mal ambiente de trabajo para sus subordinados, es por ello que actualmente se trabaja y pone mayor énfasis en aquellas cuestiones que se basan en el trato y la comunicación, ya que esta cuestión también afecta la productividad y la motivación de los trabajadores.
En algunos casos la falta de experiencia en altos directivos perjudica un poco el funcionamiento, ya que siempre existe esta constante pregunta acerca de cómo debería de tratarse o cómo debería ser nuestra postura frente a los demás, dicha que implican dos conceptos diferentes que han ido cambiando a lo largo del tiempo y de los cuales se ha hecho mayor énfasis en estos días que son “jefe y líder”.
Por lo general estamos más que acostumbrados y relacionados con el primero de este, ya que es el que ha prevalecido a lo largo del tiempo, un jefe es una persona que como mencionamos anteriormente se encuentra a cargo del funcionamiento de un lugar de trabajo, su principal objetivo es llegar a cumplir las metas monetarios y empresariales sin prestarle tanta atención al contexto, es la persona encargada de tomar las decisiones finales, por lo general son mal reconocidos por sus características de mando y egocentrismo, sin embargo son necesarios para el buen funcionamiento interno y como enlace de comunicación con los directivos más altos si es el caso.
Un líder en cambio es una persona que dirige e inspira a su comunidad a cargo, por lo general motiva a sus trabajadores por medio del ejemplo, los escucha y guía para que juntos puedan alcanzar las metas establecidas, se consideran personas con mayor paciencia, buscan constantemente la innovación y mantienen una mejor comunicación con todos los involucrados.
Sin embargo no todo está perdido, un jefe puede convertirse en un excelente líder desarrollando atributos importantes cómo la empatía, atribuir ejemplos antes de las acciones y asociarse más íntimamente con las necesidades de sus trabajadores a nivel laboral, entre otras cuestiones más, se ha demostrado que un líder brinda mejores resultados en el manejo de un departamento que simplemente un jefe, aunque la mejor forma de llevar un puesto de dirección es con la combinación exacta entre ambos, inclinándonos mayormente hacia el liderazgo, pero sin quitar de nosotros la autoridad que tenemos y sobre todo los deberes que deben cumplir nuestros subordinados, para que esto funcione, es importante también que puedas tener un equilibrio en la relación y separar las relaciones personales de las amistades, recuerda que debes hacer cumplir horarios, tareas, tiempos de entrega etcétera y sobre todo que cualquier error puede perjudicar al equipo entero.
Algunas de las diferencias que puedes encontrar entre ambos son las siguientes: