Hoy en día, ser puntual es una de las pocas cualidades que muchas personas se preocupan por mantener y es que “ser puntual” implica mucho esfuerzo y responsabilidad.
La puntualidad significa tener:
1.Orden. Porque te da la oportunidad de hacer las cosas en tiempo y en forma, además se asocia con ser organizado tanto para agendar o realizar actividades.
2. Disciplina. Desde pararte temprano, planificar tu agenda y ser constante para llegar a tiempo requiere disciplina y compromiso.
3. Respeto. Para el tiempo de los demás, ya que es un compromiso el llegar a la hora acordada.
4. Responsabilidad. La puntualidad es un buen ejemplo para los que nos rodean. Los demás, y especialmente los miembros de nuestra familia y empleados, notan si somos o no somos puntuales y no podremos esperar puntualidad de parte de los demás si nosotros no estamos dispuestos a hacer lo mismo.
5. Actitud positiva. En cambio, cuando llegamos a tiempo le dejamos saber a los demás que el tema, la situación o el evento en cuestión son importantes para nosotros.
Algunas acciones que puedes considerar para llegar a tiempo:
La puntualidad es el alma de la cortesía y por esto las reglas de oro:
Si estás a 5 minutos antes, estás a tiempo.
Si estás a tiempo, ya es tarde.
Si estás tarde, ya no estás.
Considera que ser puntual, reduce los niveles de estrés ya que el sentimiento de urgencia y ansiedad de no poder estar a tiempo para una junta, eleva nuestro nivel de estrés. La gente que llega tarde a todos lados se muestra normalmente más estresada frente a todo, al tránsito lento, a la gente más tranquila, a quien no lo atiende rápidamente, etc. Ser puntual y planificar bien nuestros tiempos colabora para reducir nuestro nivel de estrés.