Al momento de seleccionar a uno de los candidatos a cierta vacante dentro de las empresas, los gerentes generales aseguran que su prioridad es analizar la experiencia laboral de cada postulante pues este antecedente dice bastante de cada persona.
Hasta la fecha, contar con un título universitario se considera como una garantía de la capacitación adquirida y como poseedor de conocimientos técnicos adquiridos para aportar valor y cierta capacidad.
Sin embargo, esto ha comenzado a cambiar con la incursión de nuevas empresas tecnológicas que requieren habilidades específicas para un tipo de puestos diferentes, dado el alto nivel de innovación.
Se ha notado que después de la pandemia por Covid-19, las empresas han comenzado a cambiar su decisión de contratar por títulos para dar prioridad a las capacidades y talentos de los candidatos con el propósito de contar entre sus filas con aquellos que sean los mejores y los más capaces.
Con la transformación de la cultura empresarial, se dejan de buscar empleados para tener verdadero talento para expandir ideas, así, se genera un cambio de ‘chip’ donde se trabaje por objetivos y no por horario y el compromiso sea más valorado que las horas extras.
Analiza, ¿talento o experiencia?
En México, aún prevalece la contratación de personal con base en los años de experiencia,
debido a que siempre se requiere personal que sepa realizar las tareas o actividades específicas, sin embargo, esto no garantiza que sea la persona ideal para el puesto y en ocasiones cierra la posibilidad de crear equipos de trabajo más competitivos y comprometidos con la marca.
Si la contratación se basa en el talento, las pasiones, visión y objetivos de la persona, probablemente se adquiera un panorama más amplio sobre el candidato. Por ejemplo, si es una persona apasionada, quizá podrá contribuir y apropiarse con mayor facilidad de los valores y objetivos de la compañía.
De acuerdo al giro de cada empresa, será la necesidad de talento o experiencia, para ello se pueden tomar en cuenta los siguientes puntos:
A pesar de este cambio de paradigma en cuanto a los ideales de contratación de nuevo personal, no se debe tomar la idea errónea de que el título no tiene importancia pues su valor y reconocimiento cambia según la industria y la compañía. Además, este documento puede ser relevante en las negociaciones de beneficios y salarios que se ofrezcan para determinado puesto.
Por otra parte, para cierto sector de empresas carecer de un título puede implicar que no se tienen otras habilidades valiosas para el empleador, por ejemplo, disciplina para concluir procesos.
El título académico ya no es un factor determinante para contratar a un candidato que compite por una posición en una empresa pues, en los últimos años, se observa una tendencia hacia la eliminación de este requisito.
Cada vez más empresas dan prioridad a que la gente sepa hacer el trabajo más que a un título. Su experiencia o el dominio de una habilidad y aptitudes, que es lo más complejo de medir en una entrevista, es lo que muchos reclutadores están valorando.
Las organizaciones están abiertas a contratar a candidatos con credenciales alternativas, es decir, certificaciones reconocidas por la industria o la realización de cursos especializados y apuestan por la capacitación continua.
¿Qué importa en los procesos de selección?
Ante el nuevo mercado laboral, en el que las habilidades blandas van a ser cada vez más relevantes, es necesario que los sistemas educativos y de formación para el trabajo se guíen por las necesidades del sector productivo.
Las necesidades específicas de las empresas deben tenerse en cuenta para que los jóvenes, desde la etapa educativa, cuenten con preparación buena y relevante que les permita dar el salto al mercado laboral sin tantas dificultades.
Para las empresas contratantes no se trata sólo de los conocimientos, sino de la perspectiva, de la forma de pensar, de las cualidades requeridas, de la manera de enfocar los problemas. Por ello, el área de Recursos Humanos debe tener muy clara la misión del puesto para determinar si la experiencia de alguien pronostica o no su éxito.
Las contrataciones de personas sin títulos académicos se incrementó 20 por ciento de acuerdo con información de LinkedIn, mientras que el porcentaje de empleados sin un título que se quedan en la empresa después del periodo de prueba, es 34 por ciento mayor que los aspirantes con títulos universitarios.
Una experiencia relevante es un buen comienzo para seleccionar a alguien para un puesto siempre que, además, tenga capacidad de adaptarse a las circunstancias y cierto liderazgo.