Planificar de manera consciente un objetivo laboral, nos ayudará a tener claridad del grado de intención o esfuerzo que necesitamos para realizar las actividades que nos lleven a la realización de esa meta.
Es por esto que para alcanzar los objetivos, es necesario realizar estas 3 introspecciones, o también denominadas como voces interiores, que te hablarán en los momentos más complicados y así eviten que te alejes de lo importante: tus metas.
La voz confrontadora.
¿Crees que siempre tienes la razón en el trabajo? o que tu forma de hacer cierta actividad… ¿Es la correcta? La voz confrontadora es la expresión que cuestiona tus opiniones, criterios y creencias, gracias a esto te hace reflexionar y te exige evidencias por encima de los prejuicios.
Poner atención a esta introspección te ayuda a obtener diferentes perspectivas y que no necesariamente la tuya es la correcta o por lo menos, que no es la única válida.
Sin duda, es la mejor forma de contrarrestar los pensamientos que te recuerdan todo lo malo de ti y de los demás, te ayudará a crecer y sobre todo, a trabajar en equipo.
La voz consoladora.
¿Cometiste un error en una junta importante? Y desde aquel momento sólo piensas en ese problema. Bueno, para esto es la voz consoladora. Como su nombre lo dice, esta expresión interna nos consuela en aquellos momentos que más lo necesitamos, es decir, en momentos de tristeza o fracasos dentro del ámbito laboral, justo como en un error en la presentación de la junta que era importante.
Es necesario que tengas una voz en ti mismo para confortarte, para decirte: “está bien, fallaste o te fallaron, pero eso no te quita valor ni voluntad”. Esta “nota mental” te prepara para seguir adelante y poder cumplir con tus objetivos porque te alienta a continuar, sin quedarte estancado en un problema.
Voz Porrista
A diferencia de la voz interior, esta te ayuda a verte de manera objetiva, pero entusiasta, la cual te recuerda tus capacidades, tus valores y fortalezas, en general, tener presente quién eres.
De esta manera recuperar la confianza en ti dentro de la compañía y poder mantenerte motivado y sobre todo, participativo en los proyectos o retos que se te presenten.
Además de considerar estas voces interiores, recuerda que los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y que además deben de realizarse en un tiempo determinado para que se cumplan.