Los jefes o líderes de proyecto, sin duda, son uno de los elementos más importantes para que la empresa tenga éxito, para coordinar a todos los empleados e implementar todos los recursos de la institución de manera adecuada y optimizada. Pero, ¿qué pasa cuando un jefe no cumple con los requisitos de su cargo de manera efectiva?
Sin duda, un jefe tóxico puede generar más problemas de los que crees. De acuerdo a Publimetro dio a conocer que los jefes tóxicos son culpables de hasta un 40% de baja en la productividad y un 80% de renuncias o fuga de talento y, además de todo, que 4 de 10 jefes son tóxicos. De acuerdo con la Dra. Suzanne Degges-White de Psichology Today, estos son cinco de los jefes tóxicos con los que suelen luchar los empleados:
- El acosador. Este tipo de jefe, disfruta cuando sus acciones traen como consecuencia la humillación de sus subordinados, incluso compañeros. Se caracteriza por contar con una personalidad déspota al dar órdenes. Generalmente, abusa de su posición para sacar el mayor beneficio para su carrera profesional.
- Adicto al trabajo. Como lo hemos comentado en artículos anteriores, ser adicto al trabajo puede traer muchas consecuencias negativas para tu vida personal y ser un jefe adicto al trabajo no solo afecta así mismo, también a sus colaboradores. El líder se caracteriza por no respetar los horarios laborales, llama y envía emails a toda hora, esperando una pronta respuesta. ¿Te suena familiar?
- El de los favoritos. Un jefe que favorece a ciertos empleados y a otros no, crea un ambiente hostil para todos. Porque no suele ser justo y muestra sus preferencias con poca o ninguna consideración por los demás. Es un jefe complicado, pero si le caes bien, “estás del otro lado.”
- El hiperdetallista. El perfil de este jefe tóxico se caracteriza por no poder delegar, ya que desde su punto de vista, nadie puede lograr o hacer las cosas a su manera, con los parámetros o exigencias que él requiere. Es un líder difícil de complacer y cumplir con sus expectativas.
- El “primero los números”: Vive obsesionado con los resultados, lo que le lleva a confundir la finalidad con los medios.
Para evitar que esto suceda, se sugiere que este tipo de jefes participe en talleres sobre desarrollo de habilidades de liderazgo, motivación y gestión de equipos para que se implementen de una mejor manera los recursos humanos.