Uno de los factores más importantes para las empresas, más allá del auge de las innovaciones tecnológicas, es el capital humano que define en gran medida la ventaja competitiva de una empresa y es un diferenciador insustituible para que ésta cumpla con sus objetivos.
El talento humano (serie de aptitudes individuales aprovechables para que una organización logre un valor sostenible en el largo plazo) debe conocer las competencias exigidas por la empresa.
Generalmente, existen dos grandes aspectos para valorar las aptitudes del capital humano: productividad y valores.
La retención de talento hace referencia a una serie de acciones llevadas a cabo por el departamento de Recursos Humanos para conservar a los trabajadores productivos con buen desempeño y talento de calidad.
El conocimiento y las habilidades de los empleados permiten el surgimiento de nuevas e innovadoras ideas, las cuales, se traducen en nuevos productos o servicios y en un aumento de la productividad laboral.
Teniendo esto en cuenta, la empresa debe establecer una serie de acciones y objetivos para retener a los profesionales que mejor se adapten a su propósito.
Factores para la retención de talento
Salarios bien remunerados
Las empresas que mejoran las remuneraciones salariales de sus empleados cada cierto tiempo, incentivan la productividad y el buen desempeño.
La relación entre la carga laboral y el salario debe ser equilibrada, justa y acordada entre ambas partes. Se trata del principal incentivo para encontrar buenos empleados.
Incentivos y reconocimiento
Las empresas que ofrecen incentivos con reglas claras y reconocen los esfuerzos de sus empleados son mejor valoradas y crean un sentido de lealtad-amistad hacia ellas.
Brindar estímulos que reconozcan el esfuerzo, contribuye a fortalecer la conexión con la compañía y que dará paso a un mejor desempeño.
Buen ambiente laboral
Un buen clima laboral es un excelente incentivo para que los trabajadores se mantengan en una empresa por años. Después de todo, en estos espacios es donde las personas pasan la mayor cantidad de tiempo.
Muchos casos de fuga de talento humano se dan porque el ambiente laboral es “pesado o insoportable” aunque al empleado le guste su trabajo.
Oportunidades de crecimiento profesional
Los programas de estudios o de carrera atractivos reafirman el compromiso que tiene el colaborador con la organización, a la vez que incrementa sus habilidades y conocimientos.
Una excelente opción para retener al personal con talento es planificar los puestos o empleos con proyecciones futuras o de carrera. Es decir, que forme parte de un sistema de ascensos o cambios en el departamento al cual pertenezca para estimular su compromiso e intenciones de avanzar dentro de la empresa.
Planes de desarrollo
Capacitar y preparar a los empleados para que progresen profesionalmente contribuye a la evolución de sus habilidades y conocimientos, además de ser una gran motivación y la clave para que no se vayan.
Equilibrio laboral y personal
Las empresas deben tratar siempre de conciliar la vida personal y profesional del colaborador y mejorar en la medida de lo posible estas condiciones. Ofrecer home office no es suficiente para obtener bienestar laboral, se trata de establecer los horarios laborales y el respeto por el tiempo de los colaboradores.
Una empresa que respete y fomente un estilo de trabajo equilibrado con la vida personal u otras actividades, siempre contará con un personal comprometido, para ello, debe organizar actividades sociales, deportivas, así como incentivos familiares que extienda el sentido de pertenencia hacia cada uno de sus miembros.
Salario emocional
Se trata de aquellos beneficios no económicos e intangibles que proporciona una empresa como vales de despensa, de restaurante, guardería, flexibilidad para asuntos personales y hasta home office.
El equilibrio entre un buen salario emocional y un buen sueldo incrementa la productividad.
Mayor satisfacción de los trabajadores
Entre los principales motivos que llevan a un colaborador a dejar una empresa se encuentran: exceso de trabajo, sueldo por debajo del talento o expectativas, falta de flexibilidad, mal ambiente laboral y desacuerdo con los valores de la organización.
Por ello, las empresas deben ser conscientes que la retención también implica cuidar a los trabajadores, mejorar sus procesos de escucha activa, atender sus intereses y que los beneficios que se otorgan deben alinearse con las necesidades de cada colaborador.