Los correos hoy en día son sumamente importantes, ya que son herramientas que nos conectan con otros, nos mantienen informados y además hacen posible que podamos trabajar desde cualquier lugar sin importar el horario del día.
Pero es necesario evitar enviar o redactar este tipo de correos para tus colaboradores o compañeros de trabajo e incluso para clientes.
Responder a todos.
Como lo mencionamos anteriormente, visualiza tu correo como una reunión de juntas, pregúntate, ¿Es necesario que esta persona venga a la junta? Si la respuesta en NO, deja de enviarle copia del correo que estás redactando, no pierdas su tiempo, ni el tuyo para responder a todos, simplemente puedes evitar este tipo de email. Cuidar este medio de información no sólo habla de tu imagen profesional, sino de la capacidad para comunicarse adecuadamente.
Correos cortos.
Las respuestas largas pueden ser contraproducentes, pero también las cortas pueden ser malas, porque pueden leerse como antipáticas. Además puedes ser mal interpretado al emitir una respuesta corta y habla de tus intenciones. Lo mejor, es encontrar el punto intermedio en la longitud de tus correos y mantener la claridad en el mensaje que deseas transmitir.
Recuerda siempre tomar unos segundos para saludar. Sé respetuoso y amable, independientemente de tu posición dentro de la empresa. Quitarle “el toque robot” de tus correos cambiará el tono del correo por completo.
Correos de crítica.
Las críticas son una opinión de por sí difíciles de expresar y no todas las personas pueden recibirlas así, ahora en un correo es más complicado. Si la intención es ofrecer críticas constructivas evita correos que contengan mensajes negativos o puedes levantar el teléfono y caminar unos pasos hasta el lugar de la persona dentro de la oficina. Piensa en tus palabras desde el punto de vista del lector. ¿Cómo interpretaría yo este mensaje? ¿Cómo me sentiría?
Correos urgentes
Si el correo es tan urgente, puedes sustituirlo por una llamada telefónica a esa persona. Si no puedes evitar el uso del correo, recurre a tu habilidad para crear un título fuerte, pero no agresivo, que atraiga la atención a leer y conocer su importancia desde una oración. También evita mandar mensajes o llamar por teléfono a esa persona solo para decirle que le enviaste un correo, esto demuestra tu urgencia y poca paciencia para esperar una respuesta.
Un punto importante a considerar a la hora de escribir todos tus correos es que con estos mientras menos temas incluyas en ellos, es mejor.