Los jefes son un elemento clave dentro de la empresa, ya que de ellos también depende del éxito o del fracaso de todo el equipo. Pero no todos los jefes pueden ser buenos líderes y entonces se pueden convertir en “jefes tóxicos”.
Aquí te compartimos algunos tipos de jefes tóxicos que puedes encontrar:
- El innovador en serie. Sus ideas se suceden a una velocidad mayor que con la que se pueden aplicar. Una dificultad asociada a este tipo de jefe es que impide que sus empleados se concentren en lo que están haciendo, por ejemplo tareas ya establecidas como reportes mensuales por lo que los empleados deben estar preparados para lo inesperado y la incertidumbre. La estrategia para sobrevivir es que la fuerza laboral deberá adaptar su forma de trabajo y controlar todas las fuentes donde se inspira el jefe tóxico, es decir que puedan implementar un plan de acción que les ayude a tener un control sobre el seguimiento de las ideas.
- El indeciso. Si puede, tomará cualquier decisión importante en un lapso de tiempo indeterminado. Este jefe tóxico se distingue por no tener mucha experiencia como jefe o no sabe delegar, por lo que esquivara los momentos clave de su trabajo hasta que sea demasiado tarde tanto para él como para sus empleados. La mejor estrategia es incentivar la capacitación o la formación del jefe en líder, de esta manera tendrá los recursos necesarios para tomar las decisiones en poco tiempo.
- El controlador. Es el que vigila cada segundo de lo que haces, tiene miedo de que te olvides de tus citas o de que el trabajo no salga adelante, su forma de actuar es a través de constantes llamadas y envío exagerado de correos que pueden llenarte la bandeja de entrada de tu correo por completo. La mejor manera de actuar ante este tipo de jefe tóxico, es establecer horarios y límites definidos, ya sea con recursos humanos o con una autoridad superior dentro del organigrama. Nunca será recomendable hacerle probar su propia medicina con las mismas acciones, ya que sólo promoverá la pérdida de tiempo y esfuerzos de ambas partes.
- El que tiene favoritos. Este tipo de jefe se encarga de siempre asignar los encargos o actividades a las mismas personas, aunque no sean necesariamente las más competentes para dichas tareas, no es igualitario en dar oportunidades de crecimiento o de capacitación. Un mal jefe fomenta favoritismos y crea rivalidades dentro del equipo. La estrategia para sobrevivir este jefe tóxico es explicarle de manera correcta tus expectativas sobre el ambiente actual y proponer otra dinámica de trabajo equitativa para todos los involucrados.