En muchas ocasiones al tratar de encaminar a las personas para alcanzar metas y objetivos empresariales, dejamos de lado aspectos importantes que debemos de tomar en cuenta para que nuestro capital humano pueda funcionar como esperamos.
Ser líder no es fácil, conlleva una carga y responsabilidad mayor que debe de responder por un segmento generalmente grande de personas, en la entrada anterior hablamos un poco acerca de las grandes diferencias existentes entre jefes y líderes, donde concluimos acerca del equilibrio base que necesitamos sobre aspectos autoritarios necesarios, la postura de líder es siempre la mejor opción, frente a cualquier otra, pero muchas veces llegamos a creer jamás recaeremos en errores típicos de la jefatura, en ocasiones resulta lo contrario o no llevamos este título como se debe.
No te sientas mal si hay temporadas más complicadas que otras, en todo cargo y funciones llega a pasar, pero recuerda que nunca es tarde para analizarnos y echar un vistazo en aquellas cosas en las que nos estamos equivocando, detente un momento para poder corregir lo que detiene nuestro tu desarrollo y continuidad, nosotros hemos recolectado algunos de los principales errores que se comenten en el liderazgo, así que pon atención, analiza y redirige tus actitudes.
No olvides que esta es una de las principales tareas de un buen líder, tus colaboradores podrán esforzarse y realizar un mejor trabajo si tienen claros aquellos puntos que deben mejorar e incluso sugerencias para hacerlo, además que esta práctica fortalece la comunicación con los integrantes de tu equipo.
¿Qué tan frecuente lo prácticas? Vuélvelo un hábito, procura retroalimentar a tu equipo en un tiempo estipulado, ya sea en periodos semanales, mensuales o trimestrales, así mismo no olvides que una retroalimentación no solo se basa en correcciones u observaciones negativas, también puede ser positivo, la ideal es que se intercambien perspectivas y análisis de situaciones, reconócelos y hazles saber sus áreas de oportunidad o aquellas que necesitan reforzar.
2.- Mantente presente
Los títulos nos jerarquizan pero no significa que por ser el encargado dejarás de cotizarte como es debido, no te deslindes de tu principal labor de estar o mantenerte disponible para tu equipo, sabemos que las agendas muchas veces están muy complicadas o que por más que lo desees no puedes partirte en diez para cubrir lo necesario, pero en estas agendas debes incluirlos, realiza un ajuste detallado para no perder de vista ni la comunicación con tu equipo, un tiempo dedicado para brindar la orientación o apoyo, está es una forma de decir que estarás para ellos cuando lo necesiten y se fortalezcan los lazos de confianza.
3.- Plantea metas
El mundo se mueve conforme se trabaje en los objetivos o metas, es una de las principales funciones de un líder, laborar bajo metas bien establecidas y definidas bajo un periodo de tiempo, si dejas pasar este aspecto puede que la organización se descontrole un poco por la falta de dirección, enseña a trabajar bajo objetivos o metas de tiempo, posteriormente ello se volverá costumbre y los departamentos lograrán establecerse metas propias sin la necesidad de estar repitiéndolo constantemente.
4.- Delega responsabilidades
A pesar de ser líder y estar a cargo del perfecto funcionamiento de cada una de las áreas, no olvides que tu equipo esta para apoyarte y realizar su parte, para que las cosas salgan bien aprende a trabajar en conjunto, no siempre tendrás la posibilidad de realizar todo, delega específica y estratégicamente las tareas, recuerda que tu responsabilidad no es hacer las tareas completas de la organización, sino encaminarlo para resultados de excelencia.